abril 12, 2007

¿Oportunidades para todos? ¿También para el equipo de Vitral?

Carta del Equipo de CEHILA-Cuba * al Director de la Revista Vitral.
Amigo Dago:
Leyendo con avidez y de un tirón, en el Boletín Vitral No. 214, el interesante, sustancial y extenso editorial "Cuba: Hora de oportunidades", tropezamos con la nota, breve y directa, informándonos que a consecuencia de "la falta de recursos" no se "podrá garantizar más la salida de la revista". La economía, como otras razones, erigiéndose en mordaza, conspirando desde su condición de realidad objetiva contra la posibilidad de la reflexión, del libre ejercicio del criterio y, sobre todo, de su difusión; de esto conocemos por experiencia propia los integrantes de CEHILA - Cuba (Comisión para el Estudio de la Historia de la Iglesia en Latinoamérica), que durante anos no hemos contado para nuestro desempeño mas que con nuestros recursos personales para hacer el trabajo de la organización, habiendo tenido que prescindir casi en sus inicios de dar continuidad a nuestra revista y al resto de las publicaciones que proyectábamos.
"Oportunidad es el tiempo que se presenta para hacer lo pertinente, (...) es la frontera en que lo que parecía imposible se adentra en el territorio de lo posible. Es la ocasión lógica para responder a lo que se necesita, quizá desde hace mucho tiempo, pero que estaba ahí paralizada, porque no se habían presentado las circunstancias. (...) Oportunidad no es oportunismo sino sentido del momento histórico, es discernimiento de las cualidades que rodean un tiempo y un lugar que necesitan cambiar", se precisa en el editorial, iniciado con una afirmación: "Hasta que la realidad demuestre lo contrario, con fehaciente evidencia, vivimos en Cuba una hora de oportunidades". "Atención -advierte Vitral-, decimos: oportunidad para Cuba. Es decir, para todos y cada uno de los cubanos y cubanas que vivimos aquí o en cualquier lugar de la Diáspora".
Aquellos que hemos seguido con interés lo publicado en Vitral, que en alguna ocasión hemos visto también en esta nuestros criterios y análisis en blanco y negro, y que nos hemos congratulado con la posibilidad de que la publicación se erigiera en uno de los tantos y tan necesarios vitrales que sociologicamente conforman a la población, allí donde este, rebasando las fronteras físicas e idiomáticas de la Isla, aunque no siempre hemos compartido lo expuesto en la publicación -lo que seguramente habrá sucedido también con lectores de nuestros trabajos-, lamentamos su perdida aunque esperamos que, en estos tiempos de "oportunidades", pueda interpretarse como una etapa vencida en el camino a recorrer, un paso mas hacia la posibilidad de "hacer lo pertinente" una vez dadas las "circunstancias".
A los implicados en el estudio -desde cualquiera de sus múltiples aristas- de las circunstancias nacionales, que apostamos por discernir desde el estudio y la participación las posibilidades de acercamiento, dialogo y entendimiento entre los diferentes actores sociales de nuestra nación, haciéndolo desde el dialogo inter-cultural e inter-religioso, nos interesa, preocupa y ocupa tanto como al equipo que ha conformado Vitral que, en la presente coyuntura histórica, no haya exclusiones, marginaciones, discriminaciones, pero no solo desde la letra impresa de la Constitución -eso ya lo hemos conocido-, sino desde la praxis de los cotidianos reracionamientos domésticos e institucionales.
Es hora de crecer como nación; para ello, habrá que superar viejos rencores, tentaciones, incomprensiones, dogmatismos, simplificaciones; será preciso superar los obstáculos impuestos desde esquemas políticos, económicos, culturales, incluidos los religiosos. Ni una individualidad -por digna, valiente, inteligente, patriota... dechada de virtudes que sea-, ni una familia, ni un sector social -cultural/religioso, político, económico, étnico (desde la perspectiva cultural), racial (como fenotipo), de genero- deberá pretender (ni se le deberá permitir) hacer prevalecer "su verdad", si realmente pretendemos avanzar mas seguros hacia el futuro, ni como nación deberemos dejarnos tentar por la avidez de dar lecciones al mundo, si realmente pretendemos insertarnos con perspectiva de futuro en el mapa mundial. Resistir las tentaciones -externas e internas- de neocolonialismo -en todas sus facetas-, no debería conducirnos a reproducirlas.
El presente momento histórico, que ha todos nos convoca, pudiera ser tiempo de relecturas y auto examen para cada uno, no solo de "los otros", sino también de "los nuestros", incluidos los espacios culturales/religiosos. "No te extrañes de que te diga: Todos tienen que nacer de nuevo" (San Juan, 3.7) Como en cada momento de extrema sensibilidad nacional, los diálogos -no sus representaciones- se hacen en extremo necesarios. Le deseamos, a ti, a tu equipo de trabajo y a tu comunidad, que sean capaces de discernir las oportunidades de enriquecimiento y crecimiento espiritual de las cuales estamos precisando todos.
Un abrazo,
* Equipo de CEHILA - Cuba.
Walfredo Pinera, Presidente
Enrique López Oliva, Secretario
Maria I. Faguaga Iglesias, Investigadora
Foto: Ing. Dagoberto Valdez. Director de la Revista Vitral

1 comentario:

Anónimo dijo...

Rafael Rubio escribe sobre la desaparicion de la Revista Vitral aqui:
http://exteriores.libertaddigital.com/articulo.php/1276233248